Hacia rutas salvajes, por Jon Krakauer
4 jun 2017
Hace aproximadamente un lustro desde que vi la película cuyo guión adaptado surgió del libro Hacia rutas salvajes de Jon Krakauer. Antes de profundizar en la vida y muerte de Chris McCandless que inspiraron las obras de Jon Krakauer y Sean Penn debo avisar al lector de que mi relación con el territorio de Alaska es estrecha, llevo sus bosques, montañas, su cultura nativa y sus impresionantes cielos en el tuétano. Crecer siendo testigo de los numerosos viajes de mi padre a la última frontera hace mella en el espíritu de una niña de siete años, con el agravamiento de lecturas como Colmillo Blanco de Jack London y los maravillosos capítulos de Doctor en Alaska, que acabaron por contaminar el impresionable cerebro cauto de una niña en uno en busca de las más ocurrentes aventuras. De todas maneras seré lo más objetiva e imparcial posible.
Chris McCandless decidió abandonar su vida para echarse a la carretera (y manta), su espíritu aventurero y soñador, además de testarudo, lo guió a desprenderse de sus bienes materiales, quemar su dinero, cambiarse el nombre por el de Alex Supertramp y recorrer Estados Unidos practicando autostop. Levantó un muro entre él y su familia, también con la sociedad, nunca pasaba demasiado tiempo en el mismo sitio y aunque hizo amigos por el camino, nunca entabló un vínculo. Los que lo conocieron afirman que era un chico agradable, educado, inteligente y extremadamente testarudo, vivía sin miedo a las consecuencias y odiaba el capitalismo. Estaba obsesionado con Jack London y Tolstoi, subrayaba pasajes y fantaseaba con vivir grandes aventuras. Después de casi dos años viviendo una vida nómada decidió pasar el verano en Alaska, hacia rutas salvajes, convencido de que podría sobrevivir por sus propios medios en el territorio hostil del norte. No lo consiguió.
Jon Krakauer investigó y se obsesionó con la historia de Chris McCandless, el libro es el resultado de un gran trabajo de recopilación de datos, entrevistas con sus familiares y amigos que conoció en la carretera y la comparativa entre sus propias vivencias, similitudes y aspiraciones juveniles en busca de aventura.
Sean Penn hizo un gran trabajo de adaptación de guión basado en el libro de Krakauer, las dos obras ayudan al lector y al espectador a empatizar con Chris e incluso a entenderlo. Si bien es cierto, que él puso en práctica y se arriesgó a vivir una experiencia con la que muchos de nosotros únicamente podemos vivir en nuestra imaginación.
Hacia rutas salvajes es una oda a la búsqueda del individualismo frente a lo colectivo. A descubrir instintos primarios, a llevarlos a cabo. Es un canto a la libertad y a todo lo que puede salir mal si te arriesgas demasiado.
En sus últimos días Chris, escribió una frase en un diario que indicaba un cambio de actitud y las aparentes ganas que tenía de volver a la civilización.
"La felicidad solo es real cuando es compartida".
Etiquetas:
LITERATURA,
RESEÑAS
Para trabajar conmigo, pedir presupuesto, hacer colaboraciones, resolver dudas o simplemente si quieres saludar, escríbeme un email. Estaré encantada de leerte.
eri.bgrace@gmail.com
loading..
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios